Rafael asegura tener un cocinero dentro desde niño. Su afición por la gastronomía se la transmitió su madre, siempre interesada en el buen cocinar.
Ya en la facultad se prestaba para cocinar en todas las reuniones entre amigos e, incluso pasados los años, sigue deleitando a sus conocidos con sus platos cada vez que tiene ocasión.
A este cordobés le gusta experimentar en la cocina y dejarse llevar por las elaboraciones que comparte en sus redes sociales. Si tuviera que quedarse con un plato, sería el pincho de tortilla, no tanto por el plato en sí como por la manera de disfrutarlo en bares y terrazas, siempre en buena compañía.
